Cuando te digo que viajo en el tiempo es porque realmente lo hago y cuando te digo que el espacio cambia de parecer es porque también lo hace, pero cuando te digo que estás leyendo y no soñando que lo haces quizás me equivoco. Vamos, querido lector! Anímate a marearte conmigo a creer que la realidad es más ficticia de lo que tus padres y maestros te lo han dicho. Y es que sí: Todo depende del cristal con que se mire y desde el día en que naciste lo has mirado desde un cristal propio.
¿Quién te dice que para otras personas el tiempo no "dura más" o que para otros lo alto en realidad es enorme y los espacios pequeños son jaulas que desean estrangularlos?
Aprende a jugar con la belleza de la incertidumbre y no te ahogues autorreprimiendote y callando a gritos lo que tu mente y cerebro te quieren hacer ver.
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