Comencemos hablando de su pariente delicado la Bud Light y de sus presentaciones: Lata, Media y Litro. Más allá de hacer una reseña me limitaré a hacer una comparación sumamente personal pero no por eso con falta de buen juicio. Bien hemos dicho que el envase de la cerveza cambia su sabor, según me fue explicado en cervecería modelo, esto se debe a la cantidad de dióxido de carbono que contenga cada envase, aunque a decir verdad, yo achaco todos esos cambios a más factores, no es lo mismo el vidrio que el aluminio ni tampoco la cantidad de cerveza que incluyen cada una de estas y quizás, por el simple hecho de variar su precio, la calidad del líquido también disminuye.
Pero como todo depende del cristal con que se mire y el universo no funciona con una lógica simple, directa y única, a veces en litro es mucho más rica que en su presentación de lata o viceversa. Este es el caso de la Bud Light.
Aunque fresca, liviana, suave y con un porcentaje de alcohol mayor al de la mayoría de cervezas light que acostumbramos aquí en México, Bud Light no deja de ser una cerveza que se escoge para comer o tomar cuando no se desea agarrar mucho la "fiesta" (por no decirle peda) ya que, aunque se agarra un "high" muy cómodo, se necesitan litros y más litros para alcanzar un estado etílico lo suficientemente agradable para un amante de la cerveza.
Ahora sí... A lo que vinimos: Hace apenas unos días (dos semanas quizás) vi el anuncio en un expendio de la Modelo (grupo que se encarga de distribuir y vender esta cerveza gabacha aquí en el país) que había llegado a nosotros la Budweiser "Roja" en su nueva presentación de litro y aunque me gustara la lata nunca fui un verdadero fanático de esa güerita, sin embargo, mi experiencia con la versión Light me dijo "tienes que probar el litro a la brevedad".
Dicho y hecho y tal como se había estimado. Budweiser Litro es una cerveza para aquellos que saben pistear, disfraza su porcentaje de alcohol de 5% con un suave líquido lleno de fino gas y exquisito olor. Se percibe una cerveza de calidad y aunque ligera, luego luego te avisa que no estás tomando cerveza para niñas. El hecho de no ser pesada te permite tomar más y agarrar un avión agradable y mucho mejor que el que agarrarías con un caguamón de 22 pesos. Es amable con el cuerpo y a la hora de la cruda esta es casi inexistente.
Si eres fanático de la Bud Light pero siempre te quedaste con ganas de más fuerza y carácter esta es la opción para ti. Si eres fanático de la cerveza y más aún en esta presentación, esto también es lo tuyo. A disfrutar!