Yo ya no estoy con ustedes. Hoy me han enterrado…
He de decir que es una sensación extraña, siempre pensé que iría a algún lado, no sé si bueno o malo pero que al menos dejaría la tierra, ¿saben? Al menos esperaba que todas las historias de fantasmas tuvieran algo de cierto, que pudiera seguir rondando por el planeta, disfrutando o al menos notando los cambios que se dieran luego de que mi cuerpo se convirtiera en gusanos. Ahora pese al sufrimiento de mis seres queridos mi indiferencia me sorprende, lo que pienso y no dejo de pensar es en qué voy a hacer aquí tirado dentro de una caja por el resto de la eternidad, si es que el concepto de eternidad existe.
Me han llevado bajo tierra con la última canción que quedó en reproducción en el estéreo de mi casa “Our Time Won´t Live That Long” de “Madrugada”. Al menos disfruté de un buen tema mientras la oscuridad se hacía más oscura. ¿Dónde queda la pasión y el romanticismo con la que se supone actúa el universo en el momento de nuestra muerte? ¿Dónde queda la medalla de honor o el premio por haber sido participe de la batalla de la vida?