
Ayer por la tarde venía caminando hacía mi casa aquí en Obregón y comenzó a relampaguear, fue entonces cuando recordé los cerros de mi querido Hawaiimas pues al relampaguear no se iluminó mas que el cielo y nada se "dibujo" trás el relampago.
Es sorprendente como se nos vienen cientos de imagenes a la cabeza, recuerdos y cierta nostalgia por nuestro pueblo aunque lo visitemos con demasiada frecuencia jajaja... En fin.
Los personajes más viejos de la ciudad han forjado historias, cambios a través de miles de años y observado nuestros avances y retrocesos. Detrás de los cerros estás tú (8)
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PD: un saludo pa'l Apá!