Bien me decía la doñita de la esquina: "Si te vas por la sombrita te sudará menos donde no te pegue tanto el sol". La paradoja de la cenicienta matutina y el asqueado Sol que nos vomita lumbre día con día durante lo que llamamos verano ha logrado hervir nuestros cerebros a la par de nuestros flácidos corazones a temperaturas descomunales nada sabrosonas con tintes de rojo sangre y olor a pólvora.
Y por qué si nuestra temperatura corporal en condiciones normales va de 36 a 36.5º no podemos de perdida sentirnos menos peor que un huevo estrellado sin sal. Es en estos días cuando cualquier ojete se siente como una cerveza sin alcohol, como un vil café descafeinado y como un pobre manco que quiere tocar la guitarra. Yaaaa!! yaaaa lárgate, puto calorón y llévate contigo tus pestes, enfermedades, insoladas, destrucción parcial de la retina y mal humor de cualquier persona en la cocina.
A mi perro le gusta escuchar Ozzy Osbourne... pero a 40 grados no sacude tanto la cabeza :(
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Agradezco la idea a mi compañero de aventuras imaginarias "José Luis Winkler Lerma" alías el "Winkler" por su bien habido tiempo, esfuerzo y dedicación al bienestar anatómico de las palomas que cagan en la plaza y de las aguamalas que mueren a la orilla de la playa.
