miércoles, 5 de mayo de 2010
Tocando las puertas del Cielo...
*Se levantó en la mañana.
*Caminó descalzo como era rutina.
*Abrió el refrigerador, tomó una cerveza, deleitó el sonido al destaparla ("pssst").
*Trago tras otro hasta la última gota en menos de 10 segundos...
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Se dio cuenta de que estaba muerto.----
Día tras día la decisión era quedarse en casa, esperar el dinero de las demandas que había perfeccionado con el paso de los años y comprar una sobredotación de cerveza y comida chatarra. Las ventanas estaban cubiertas con dos capas de papel aluminio y las "orillas" de las mismas y las puertas con cinta gris. Había dejado de ver la luz desde hace dos años y medio... Quería dejar de verla para siempre pero no tenía el "coraje" necesario para hacerlo.
El Tic Toc de un corazón sano había cambiado de parecer y por la noche los látidos se tornaron un ruido sordo cada vez más lento para despedirse a la totalidad a 5 segundos luego de la irregularidad. No hubo dolor, no hubo previo aviso.
El hecho de no saberse muerto duró menos de dos minutos, hasta el momento de empinarse su cerveza matutina y darse cuenta de que trataba de una cerveza sin alcohol y sin espuma. Desgraciadamente él nunca tuvo la oportunidad de tocar las puertas del cielo.
- Se repitio la escena para siempre.
Cerveza sin alcohol... sí... cerveza sin alcohol.
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