El Constructor Lento.

No hay prisa cuando se goza de la eternidad y el plan macabro no es tan macabro ni tan mágico como todos lo creen. Construye lento porque así disfruta, porque así el orgasmo es más intenso y duradero cuando termina cada una de sus obras, construye lento porque así será más rápida la destrucción de su arte cuando él mismo lo desee.

La forma en el que el constructor lento obra es graciosa para algunos como yo, no es una burla, en realidad es gozo por darme cuenta de cómo actúa, por darme cuenta de cómo engaña a la mayoría. Construye templos, formas de vida, culturas y hasta construye lentamente todas y cada una de las religiones con historias fantásticas que existen sobre la faz de los planetas de su pequeño universo infinito.

Construye lento porque tiene tiempo, por ejemplo. Le tomó millones de años crear el sarcasmo, la ironía y la hipocresía pero una vez creadas y perfeccionadas por las hormigas experimentales el disfrute que sintió su gran aura fue tan intenso que dejó caer uno de sus marros y quebró el hombro derecho del Atlas. La construcción de los caballos salvajes fue otra de sus obras lentas que aún lo llenan de orgullo… los caballos salvajes jamás serán capaces de arrastrarlo.

Cuando el constructor no construye se dedica a echarle un vistazo a sus mascotas, a ver cómo le piden que construya cosas nuevas para su salvación espiritual… el constructor lento sólo se ríe, a Él nadie le dice qué hacer ni cuando hacerlo… eso de intervenir jamás le ha llamado la atención. “Yo construyo, yo te observo. Tú haz un espectáculo para mi… después de todo, me tomé mi tiempo en construirte”.

Me gusta observar con mi telescopio modificado al constructor lento, siempre tiene algo nuevo que ofrecer pues su campo de trabajo es inmensamente grande para cualquier ojo ajeno a los suyos y el parque de juegos siempre está a su disposición. Después de todo también se tomó su tiempo en construirlo. Siempre lento… Siempre construyendo lento.

Saludos... El Cristal...