martes, 27 de noviembre de 2012
jueves, 15 de noviembre de 2012
Budweiser Litro
Comencemos hablando de su pariente delicado la Bud Light y de sus presentaciones: Lata, Media y Litro. Más allá de hacer una reseña me limitaré a hacer una comparación sumamente personal pero no por eso con falta de buen juicio. Bien hemos dicho que el envase de la cerveza cambia su sabor, según me fue explicado en cervecería modelo, esto se debe a la cantidad de dióxido de carbono que contenga cada envase, aunque a decir verdad, yo achaco todos esos cambios a más factores, no es lo mismo el vidrio que el aluminio ni tampoco la cantidad de cerveza que incluyen cada una de estas y quizás, por el simple hecho de variar su precio, la calidad del líquido también disminuye.
Pero como todo depende del cristal con que se mire y el universo no funciona con una lógica simple, directa y única, a veces en litro es mucho más rica que en su presentación de lata o viceversa. Este es el caso de la Bud Light.
Aunque fresca, liviana, suave y con un porcentaje de alcohol mayor al de la mayoría de cervezas light que acostumbramos aquí en México, Bud Light no deja de ser una cerveza que se escoge para comer o tomar cuando no se desea agarrar mucho la "fiesta" (por no decirle peda) ya que, aunque se agarra un "high" muy cómodo, se necesitan litros y más litros para alcanzar un estado etílico lo suficientemente agradable para un amante de la cerveza.
Ahora sí... A lo que vinimos: Hace apenas unos días (dos semanas quizás) vi el anuncio en un expendio de la Modelo (grupo que se encarga de distribuir y vender esta cerveza gabacha aquí en el país) que había llegado a nosotros la Budweiser "Roja" en su nueva presentación de litro y aunque me gustara la lata nunca fui un verdadero fanático de esa güerita, sin embargo, mi experiencia con la versión Light me dijo "tienes que probar el litro a la brevedad".
Dicho y hecho y tal como se había estimado. Budweiser Litro es una cerveza para aquellos que saben pistear, disfraza su porcentaje de alcohol de 5% con un suave líquido lleno de fino gas y exquisito olor. Se percibe una cerveza de calidad y aunque ligera, luego luego te avisa que no estás tomando cerveza para niñas. El hecho de no ser pesada te permite tomar más y agarrar un avión agradable y mucho mejor que el que agarrarías con un caguamón de 22 pesos. Es amable con el cuerpo y a la hora de la cruda esta es casi inexistente.
Si eres fanático de la Bud Light pero siempre te quedaste con ganas de más fuerza y carácter esta es la opción para ti. Si eres fanático de la cerveza y más aún en esta presentación, esto también es lo tuyo. A disfrutar!
viernes, 9 de noviembre de 2012
jueves, 8 de noviembre de 2012
El "Qué dirán"...
El Qué dirán no es el apodo de alguna persona ni tampoco un lugar geográfico de este mundo ni ningún otro
(hasta ahora conocido).
(hasta ahora conocido).
El Qué dirán es una deficiencia del ser humano más grave de lo que éste mismo puede llegar a pensar o razonar. Muchas cosas se dejan de hacer y se pierde espontaneidad, originalidad y personalidad por el hecho de temer a las críticas "de la gente" y me pregunto sin ánimos de ofender a aquellos que padecen de este síndrome: ¿Qué jijos de la verga importa lo que diga "la gente"?
El asunto está como sigue:
* Es importante no "pasarse de verga" considerando a los amigos, a la familia o incluso a aquello que uno mismo se establece como moral o límites para no sentir que la cagamos pero por qué temer al resto del mundo? por qué ahorrarse comentarios, actitudes, etc. por sentir vergüenza a lo que "la gente" pueda pensar o decir?
* El -Qué dirán- te hace uno de ellos. Y por ellos me refiero a todos aquellos que forman parte de las modas; de aquellos que visten los mismo que los demás, que escuchan lo mismo que los demás, que ven lo mismo que los demás, que hacen lo mismo que los demás.
* Con miedo careces de personalidad y sin esta te conviertes en un esclavo.
* Con miedo careces de personalidad y sin esta te conviertes en un esclavo.
Y bien dirás si no eres un lector asiduo de este blog o simplemente ocupas un lugar "popular" en tu vida insignificante: ¿Qué importa si me acoplo de una forma tan hueca a las masas? Qué pasa? La respuesta es sencilla; no te va a pasar nada. No. No te va a pasar nada, pero eso no es precisamente bueno, si no pasa nada te estás perdiendo de muchas cosas, te estás perdiendo de un pensamiento libre y original, del placer de si bien, no sentirte uno en miles de millones, al menos sentirte uno dentro de millones. Del placer de poder elegir la música que escuchas y así disfrutarla cómo debe de ser, de escoger lo que vistes y sentirte cómodo sin necesidad de traer a "Hollister" en tu pecho sin saber por qué verga lo haces. El disfrute de pensar.
Del placer de crecer en tu vida, en la única y corta vida con la que cuentas.
¿Por qué dejar de temer al -qué dirán-?
Para que algo pase.
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